Sucre, la ciudad blanca

Sucre es la capital constitucional de Bolivia y capital del departamento de Chuquisaca. Aunque la sede de gobierno se encuentra en La Paz.

Sucre y las 7 cascadas (4/02/2015)

Solo necesitamos un día para enamorarnos de la ciudad blanca Boliviana.

Por la mañana dimos un paseo por el centro y visitamos el mercado central, en el que  venden desde riquísimas magdalenas a flores y hasta ropa. Todo el piso superior está dotado con puestitos dónde los locales se acercan todos los días a almorzar.

A medio día nos encontramos en la Plaza de Armas para ir hasta las 7 cascadas con el grupo de Salar de Uyuni: Colm, Brognah, Michael, Aaron; el grupo inicial se ampliaba con la llegada de tres nuevos amigos: Lucy, Billy y Annika.

El trayecto lo hicimos en bus local, lleno hasta los topes. A Miguel no quedó otra opción que sentarse al lado del conductor; el señor conductor estaba encantado, incluso le enseño algunas palabras en Quechua! Pero Annika no tuvo tanta suerte, nos encontrábamos en época de carnaval dónde la espuma y los globos de agua volaban desde balcones por toda la ciudad, y así fue como al abrir la ventana de bus para que entrara algo de aire Annika acabó empapada al estamparse un globo de agua directo en su cara!!!

Como decía antes, nos encontrábamos en época de carnaval desde que llegamos a Bolivia y los niños lo celebran como si fuera la fiesta de la espuma de alguna discoteca Ibicenca, todos compran globos de agua para hacer batallas en la calle, pero también se animan a disparar en cuanto tiene a un Gringo en el blanco!!

Llegamos a la última parada donde nos bajamos, y nos tocaba descubrir como llegar hasta las cascadas pues no había indicación alguna. Decidimos seguir el sendero de tierra el cual nos llevó hasta el patio trasero de una casa habitada por unos amables bolivianos. Y yo me pregunto, ¿es común encontrarte con turista en el patio de tú casa? Para ellos debía ser muy normal, pues ni se inmutaron con nuestra presencia. Cuando Miguel preguntó por las cascadas, nos dieron las indicaciones y siguieron con sus labores.

Nadie nos había explicado que íbamos a caminar por la ladera de una montaña, ni nos habían hablado de las condiciones del camino, ni del «fácil» acceso hasta las cascadas, pero aun y así nuestras chanclas superaron la prueba. Y como de las experiencias es como se aprende, nosotros desde nuestra experiencia, NO recomendamos para nada salir de trekking en hawaianas!!

Tras 45 minutos empezamos a ver el río y el acceso se dificultaba, llegaba la hora de escalar!!

No llegamos hasta la séptima cascada, la escalada no era nada fácil e ir más allá con chanclas y sin cuerdas se hacía imposible, así que en la cuarta plantamos el chiringuito y ahí nos quedamos.

En la cuarta cascada es la única la suficientemente profunda como para saltar pero solo si primero consigues escalarla! Ahí pasamos la tarde, trepando, saltando y bañándonos en las piscinas naturales hasta que empezaron a llegar más grupos de turistas a invadir nuestro baño privado, así que decidimos que ya era hora de regresar a Sucre.

Esa misma noche nos volvimos a reunir todos para cenar en el Cóndor Café, al que fuimos casi todos los días de nuestra estancia en Sucre.

De carnaval en Sucre (05/02/2015)

A la mañana siguiente decidimos explorar un poco más la ciudad, visitar los museos y subir al mirador acompañados por Aaron.

Y sin saberlo, en el descenso del mirador nos encontramos con el desfile del carnaval de Sucre!

Y paseando nos volvimos a topar con nuestros amigos, Sandra y Renau, nos volvíamos a encontrar! Y no quedo ahí la cosa, aun coincidimos más veces por el camino.

A las 20h regresábamos al Cóndor Café para encontrarnos con Aisling, la hermana pequeña de Orla, que también está dando la vuelta al mundo pero ya solo le quedan 4 meses para su regreso.

Mercado de Tarabuco (08/02/2015)

El Mercado es conocido por ser uno de los más tradicionales de todo Bolivia y donde se pueden encontrar los mejores tejidos del país. Este se encuentra a poco menos de hora y media de la ciudad de Sucre, y tiene lugar en el pequeño pueblo de Tarabuco, donde todos los domingos se acercan los habitantes de las aldeas cercanas para vender sus productos.

La visita a este pueblo fue toda una experiencia, solo subirnos al bus nos encontramos con una grata sorpresa, el conductor era el mismo que no había llevado uno días atrás hasta las 7 cascadas!!

Al llegar a el pueblo nos dirigimos hasta la plaza principal, donde el suelo desaparecía entre los tapices y textiles de lana de alpaca. El mercado es visitado tanto por turistas como por locales, y en sus puestos se escucha mucho Quechua y muy poco español.